Este mes de julio le ha dado al verano un toque muy especial, que
nunca olvidaremos. El viento de poniente, nos ha regalado días suaves y
agradables, propios de otras fechas. Nuestros animales, han ido
creciendo y haciéndose mayores. La huerta nos ha brindado maravillosos
frutos: tomates, pimientos, berenjenas, sandías, cebollas, etc,
ingredientes para el mejor de los paladares..
En
este mes, parece ser que hemos solucionado definitivamente nuestro
eterno calvario, el suministro de luz, que ha llegado como un verdadero regalo.
Todo ha ido aconteciendo al ritmo propio del entorno en el que vivimos.
Pero si algo ha supuesto un cambio que ninguno de la familia esperábamos, fue el que nos llegó por sorpresa el mismo día 31: despedíamos el mes, con un despido laboral, valga la redundancia. Tras el jarro de agua fría que nos supuso la noticia, empezamos día y noche a darles vueltas a la cabeza, con el fin de reorganizar nuestras vidas. Continuamos en ello, lo que si tenemos muy claro, a pesar del revés que este hecho nos ha supuesto, es que queremos seguir Viviendo en el Campo, ahora, más que nunca.
vaya, estoy en una situación parecida, hace un mes me dijeron que cerraban la tienda donde trabajaba. No vivo en el campo pero lo tengo cerquita. Ánimo!
ResponderEliminarGracias Alicia, la familia del campo te envía tambien mucho ánimo. Besos
Eliminar