miércoles, 30 de noviembre de 2011

Tagarninas

Ya están aquí...... que alegría !!!. Las últimas aguas han contribuido a que nuestras queridas y esperadas tagarninas, crezcan y empiecen a salir por todos lados. En la ladera próxima a nuestra casa, cerca de los olivos centenarios tenemos varios "roales", que en cuanto los ves, te entusiasmas una barbaridad. Es una de las tareas que más  me gustan, con una navaja y un canasto, traes a casa el almuerzo . Lo peor es el momento de pelarlas, pues no veas como pinchan. Solemos prepararlas en puchero, revueltas, pero el descubrimiento culinario ha sido, en tortilla de "papas", están "pá matarse". Es sorprendente como cada año sus semillas están a la espera de una oportunidad, para poder germinar y ofrecernos todo un manjar sencillo y barato. A disfrutarlas.

lunes, 21 de noviembre de 2011

La Huerta

La Huerta, ya empieza a cobrar vida. Gracias al incesante trabajo de mi pareja, haciendo todas las faenas propias de preparación y siembra, está que da gloria. Las papas están preciosas, las últimas lluvias le han sentado fenomenal, los pimientos del verano continúan creciendo y las berenjenas en estas  fechas, están más carnosas y sin pipas.
Las almácigas que se sembraron de lechuga y cebolla, junto con la siembra de las zanahorias y la remolacha,  han nacido todas. Ya empiezo a saborear la remolacha tan dulce, el sabor intenso de las zanahorias y esa lechuga "aceitosa", que es todo un manjar. Justamente al lado, se encuentran mis plantitas medicinales y aromáticas, siempre ha sido mi ilusión, están muy bonitas aunque quiero sacar tiempo y acondicionarlas un poco más. Entre ellas, están el romero, melisa, artemisa, hierbabuena, perejil, ruda, salvia, santolina, lavanda, orégano, tomillo......
Como no podía ser de otra manera, nuestra huerta recibe visitas, es un paraíso para nuestras gallinas que de vez en cuando se dan una vuelta por si cae algún gusano, hierbecita o algún pimiento. También tenemos algunos visitantes del lugar, los meloncillos, la última vez era una pequeña familia, no podemos olvidar alguna que otra de las vacas que se encontraban en el campo vecino, que toda novedad les encanta. En fin, os iré contando más cosas de la huerta.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Al calor del hogar

Ya hemos comenzado la temporada de chimenea. Son esas tardes maravillosas que aunque oscurece pronto, te apetece estar en casa. Desde nuestro gran ventanal, vamos viendo la caída de la tarde y como los animales se preparan para la noche. Frente a la chimenea, tumbados en la alfombra y acompañados por nuestro Pepe jugamos y disfrutamos. Es en ese momento cuando se me viene a la memoria mi abuelo Francisco "El Sordo", que nos reunía a todos los nietos y nos preparaba unas "rebaná" de pan de campo enormes, con manteca colorá procedente de la matanza de días anteriores. Qué tiempos!!!!!!!!!. Supongo que de ahí me viene el amor por las chimeneas, soñaba con tener la mía cuando viviera en el campo. Seguramente Pepe cuando sea mayor recordará estas tardes al calor del hogar.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Zapatos Limpios

Me parece mentira, que esta mañana tras una noche intensa de lluvias he llegado al trabajo con los zapatos limpios, y todo gracias a que este verano, hemos hecho por fin, el caminito de piedras hasta la entrada de casa.
En años anteriores, llevaba en el coche un segundo armario, chaquetas, calcetines y como no, otro par de zapatos. A pesar de la odisea, cuando llegaba al trabajo era como si el medio rural invadiera el urbano, a medida que caminaba por el despacho, iba dejado mi particular sendero de barro, jolín. Pero como se suele decir, a todo le llega su hora, y esta mañana he entrado con una sonrisa en la cara, orgullosa de mis zapatos limpios.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

El Tendedero

Aunque es un elemento importante en una casa , cuando nos vinimos a vivir al campo, lo dejamos un poco a la improvisación, es decir, lo instalamos en un lugar de forma “provisional”, y hoy por hoy ahí sigue. ¿Por qué en el caso de los tendederos  aunque se coloquen en “plan chapuza” aguantan el tirón y otras cosas no?. Pues la realidad es esa, está en el mismo lugar que lo pusimos, cercano a los gallineros y acompañado por nuestro limonero y el almendro.
Cada vez que cogemos el cesto de mimbre cargado de ropa, supone para nosotros un momento de relax absoluto, solo nos preocupamos, en tender la ropa lo mejor posible para no dejar señales y en no pisar a alguna gallina curiosa que pasa por allí, sin olvidar a nuestro querido Ramón, que toda novedad es una aventura para él y la disfruta muchísimo. La mente se queda absolutamente en blanco, os lo recomiendo como terapia.