martes, 22 de julio de 2014



TOMATERAPIA.- Llevo un rato aquí delante del ordenador, intentando buscar palabras que definan bien las sensaciones que he tenido al recolectar esta caja de tomates. Hacía días que no iba al huerto, ya que hemos estado muy liados con otros asuntos. Sólo han recibido su rieguecito cada dos o tres días. Estaba preocupado por que ya me habían dicho vecinos de otras zonas que las tomateras las tenían llenas de Tuta o que le habían entrado hongos. Por eso cuando me he puesto a coger tomates, a cada cual más hermoso y sano, me he llevado una alegría tremenda. Las labores que les hice en su momento de abonado, binado, encañado, castrado han dado sus resultados. A medida que iba avanzando aparecían manojos y manojos de tomates coloraos. Y no sólo eso, sino que atrás iba dejando otros racimos de tomates verdes que estarán en su punto en las próximas semanas. Y en cuanto a las sensaciones que hablaba al principio, creo que 10 minutitos recogiendo estos tomates son una terapia formidable para llenarse de energía para todo el día. Lo recomiendo.

CAJITAS DE VERDURAS



CAJITAS DE VERDURAS.- La mayoría de las veces el hecho de irse a vivir al campo va acompañado de la ilusión de tener un huertecito. Nosotros formábamos parte de ese grupo, y cuando llegamos aquí enseguida vimos donde estaría ubicado. Este lugar llevaba casi 20 años sin cultivarse, con lo cual teníamos la ventaja que las tierras no habrían sufrido el uso de herbicidas y pesticidas. Pero al ser terrenos muy arcillosos nos quedaba un largo proceso para que tuviese una estructura más apropiada para el desarrollo de nuestras hortalizas. Hemos contado con la colaboración de, nuestras gallinas con su estiércol, nuestros vecinos con su sabiduría transmitida de generación en generación y algunos libros de agricultura ecológica. Hoy en día, no sólo nos autoabastecemos de verduras, sino que los excedentes los vendemos a vecinos y amigos, y así cubrimos gastos.
Nos sentimos muy orgullosos, de que este pequeño sueño se haya hecho realidad.

viernes, 11 de julio de 2014

MANTIS RELIGIOSA


MANTIS RELIGIOSA.- Más que Viviendo en el Campo, nuestro blog se debería llamar Conviviendo en el Campo, pues eso es lo que hacemos diariamente. Hace ya 6 años que llegamos a este lugar, donde ya residían, zorros, meloncillos, ratas, serpientes, saltamontes, escalopendras, moscas, mosquitos.... y un largo etcétera de seres vivos. Es difícil deshacerse de ese prejuicio de bichos buenos y bichos malos. A los primeros hay que proteger y a los segundos hay que eliminar. Nos aconsejaron echar venenos para erradicar algunos de ellos, a lo que nos negamos rotundamente. Es cierto que hemos sufrido algunas consecuencias, gallinas y pollitos muertos, y perdidas de cosechas. Pero poco a poco hemos ido encontrando soluciones alternativas que nos han permitido integrarnos sin acabar con los animales que habían aquí. Al hilo de todo esto queríamos hablar de la Mantis religiosa, insecto con muy mala fama, y que sin embargo colabora en la lucha natural de algunas plagas del huerto. Así, que si veis alguna, sabed, que no es venenosa y mucho menos, que os va a comer.

PIMIENTOS DE ASAR


PIMIENTOS DE ASAR.- Junto con el gazpacho, puede que sea uno de mis platos favoritos del verano. No sólo por su sabor, sino por todo el ritual de elaboración. Comenzamos recogiéndolos en la mata. Parece algo muy simple y sin encanto, pero el hecho de rebuscar entre las hojas y encontrar esos pimientos grandes y gordos y el ruido que hace al arrancarlos me produce una satisfacción enorme. Luego en la cocina los ponemos en la "Carmela" y esperamos que el aroma que inunda la casa declare como oficial la entrada del verano. Hay que estar pendiente para darle su "vuertivuerti", tarea propia de madre, con esas manos de fakir, que nunca se queman con na. Una vez en su punto se meten en un cacharro y se tapan hasta que se enfríen para luego pelarlos con más facilidad. Tras el aliño con cebollitas frescas, aceite, vinagre y sal, tendremos en la mesa un manjar de nuestro verano.

RECOLECTANDO SEMILLAS



RECOLECTANDO SEMILLAS.- Ya hemos empezado la recolecta de las semillas de lo que sembramos en el otoño. Apio, acelgas, chícharos, coles, coliflores, puerros,... , y habas. A estas últimas le tenemos un especial, cariño. Son habas antiguas que nos dio nuestro vecino Paco. Y llegado este momento, siempre nos preguntamos cuántas generaciones y cuantas manos las habrán desgranado, guardándolas celósamente todos los veranos, para que cuando lleguen las primeras aguas, volver a sembrarlas para iniciar de nuevo el ciclo. Este año, a pesar de que no ha sido muy lluvioso, hemos tenido una excelente cosecha. Confiamos en que algo tan sencillo como este montoncito de habas, nos siga dando tantas alegrías.

DE BREVAS A HIGOS




DE BREVAS A HIGOS.- Ya están maduritas, la que se conoce como la primera cosecha de la higuera, las brevas. Muy ricas en azúcares, por lo tanto alimento alto en calorías, y con elevado contenido en fibra, con lo cual muy recomendable para aquellos que les cuesta trabajo visitar el cuarto de baño. Este fruto en la antigua Grecia era considerado manjar de los dioses. Y Platón, cuando su maestro Sócrates pronunció la frase "Sólo sé que no sé nada", el le respondió, "Po yo sólo sé, que qué buena están las brevas".
Tanto este hombre como mi abuelo tenían razón, porque todavía recuerdo cuando nos llevaba a primera hora de la mañana a todos los nietos, a "jartanos" de brevas debajo de la higuera.