Aunque es un elemento importante en una casa , cuando nos vinimos a vivir al campo, lo dejamos un poco a la improvisación, es decir, lo instalamos en un lugar de forma “provisional”, y hoy por hoy ahí sigue. ¿Por qué en el caso de los tendederos aunque se coloquen en “plan chapuza” aguantan el tirón y otras cosas no?. Pues la realidad es esa, está en el mismo lugar que lo pusimos, cercano a los gallineros y acompañado por nuestro limonero y el almendro.
Cada vez que cogemos el cesto de mimbre cargado de ropa, supone para nosotros un momento de relax absoluto, solo nos preocupamos, en tender la ropa lo mejor posible para no dejar señales y en no pisar a alguna gallina curiosa que pasa por allí, sin olvidar a nuestro querido Ramón, que toda novedad es una aventura para él y la disfruta muchísimo. La mente se queda absolutamente en blanco, os lo recomiendo como terapia.
Cada vez que cogemos el cesto de mimbre cargado de ropa, supone para nosotros un momento de relax absoluto, solo nos preocupamos, en tender la ropa lo mejor posible para no dejar señales y en no pisar a alguna gallina curiosa que pasa por allí, sin olvidar a nuestro querido Ramón, que toda novedad es una aventura para él y la disfruta muchísimo. La mente se queda absolutamente en blanco, os lo recomiendo como terapia.
¡¡¡Me encanta la foto!!!
ResponderEliminarParece que hasta se huele la ropa... Huuummmm
La verdad que es preciosa, incluida la caña.
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