Tras las últimas lluvias, en el momento que hizo su aparicion el sol, cual fue nuestra grata sorpresa, que aparecieron dos enormes nidos de lúas. Hacía ya mucho tiempo que no se les veian, revoloteando el cielo y sirviendo de un manjar exquisito para pollos y pájarillos.
Cuando era pequeña, recuerdo como tras una intensa lluvía, todos los "zagales" del barrio, nos reuníamos en el callejón, ataviados de botas, chubasquero y de tarro con tapadera, para coger lúas. A mi particularmente no me gustaba, solo observaba como lo hacían, en medio de discusiones y preguntas del porqué lo hacían. Muchos de ellos, les arrancaban a las pobres las alas, para devolverles su aspecto de hormiga y otros la utilizaban para atraer a pájaritos que tendrian un futuro nada prometedor, una triste jaula.
Por ello, he disfrutando muchísimo estos días, observándolas libremente en su ir y venir al montículo de arena y como nuestros pollos y gallinas se concentraban alrededor, para atrapar a su presa.
Esperamos ansiosos que se repita esta imagen, pues el campo empieza a necesitar otra vez un golpecito de agua.
No hay comentarios:
Publicar un comentario