En cuanto lo vimos, supimos de todas las posibilidades que tenía y lo maravilloso que sería vivir allí. Un lugar precioso, rodeado de árboles, chumberas, y justamente enfrente un enorme cerro de monte bajo. El campo contaba con una "era", (lugar tradicional donde antiguamente se trillaba el trigo), zona de pastos, con una pendiente considerable y la parte más llana cercana a la era, donde se encontraba la casa, árboles frutales muy antiguos y la huerta. Había mucho trabajo por hacer pero estábamos dispuestos.
Sin luz, sin agua, toda una aventura. Nos lanzamos por el lugar, por la tranquilidad, pero sobre todo por nuestros vecinos, que hoy por hoy son nuestra familia, a los que adoramos.
P´alante a pesar de los incompetentes que siempre aparecen por algún lado.
ResponderEliminar¡¡Está linda la casa, el patio...!!!
Y lo contenta con tus mosaicos en los bancos, jajaja!!!