Este mes de marzo ha comenzado de la mejor de las maneras, nuestro Pepe ha cumplido dos añitos, y como si de un regalo se tratase ha traído agua al campo, ¡ cuanta falta hacía !. No han sido muchos litros, pero ha bastado para refrescar el ambiente, para el pasto y para nuestra huerta que cada día está más bonita. Otra noticia ha sido que nuestra pata, está empezando a poner huevos, seguramente se ha contagiado de la oleada de crías de nuestras gallinas. Por cierto, la gallina inglesa que estaba en la chumbera, nos sorprendió el otro día paseando con su camada de pollitos, ¡qué estampa!!!!!!!!!. Es increíble como la madre naturaleza los ha dotado con tal vitalidad, y sobre todo espíritu de supervivencia, con apenas horas de vida corren rapidísimo y aprenden a camuflarse y a mantenerse quietos en el sitio, ante cualquier señal de peligro..... Precisamente fue toda una odisea, el cogerlos para meterlos en los gallineros que tenemos preparados, con el fin de que no sirvan de almuerzo a ratas, meloncillos y demás vecinos.
Estuvimos todo el día, de aquí para allá y con púas de las chumberas, clavadas por todos sitios. Al final, toda la familia está en casita protegida y calentita.
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