Era justamente, lo que nos faltaba para acompañar a nuestras habitas y chicharitos. Sembramos varias plantas que me dio mi padre, y a pesar de estar en la laderita donde azota el viento, han agarrado muy bien. Están enormes y como podéis ver, la cosa promete. Son "cardillos dulces", no los silvestres, que aunque también los tenemos en la huerta, estos son más amargos. Esta tarde tocará limpiarlos de las hojas secas y "aporcarlos" un poquito, algo tan sencillo y que le da vida.
Por cierto, ayer tarde tuvimos otra sesión de recolecta, esta vez le tocaba a las habitas. Las matas están super cargadas y siguen igual de frondosas. Pepe es mi ayudante preferido, las coge perfectamente y que decir, de como me las pela...
No hay comentarios:
Publicar un comentario