Nuestros frutales están empezando a mostrar sus maravillosos frutos. Algunos son jovencitos, por lo que con suerte darán un par de ellos. Entre los más antiguos, los que nos recibieron a la llegada al campito, están el peral, los nísperos, el damasco (albaricoque) y nuestras queridas higueras, donde una de ellas padeció un fuerte levante el año pasado, y terminó postrada en el suelo. Nuestro consuelo fue, que pudimos salvar dos magníficos hijos, fuertes y saludables.
Ya hemos probado unos cuantos nísperos, del que se encuentra frente al sombrajo, y aunque están con la enfermedad del hongo (que termina poniéndolos negros), nuestra sorpresa ha sido que están como "caramelos", super dulces.
En la imagen podéis ver una pequeña muestra de lo que nos espera, una cestita de frutas con damascos (albaricoques), zamboas (membrillo), nísperos y brevas.
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