Uno de los indicadores de que el verano ha aterrizado en el campito, es nuestro maravilloso cactus. Fue sembrado por la madre de nuestros vecinos, hace ya un montón de años, donde poco a poco ha ido creciendo y afianzándose en el terreno. Sus flores nos van indicando cada luna nueva de esta estación, floreciendo bajo sus encantos.
Sin duda es una planta muy ligada al verano, con su sistema propio de ahorro de agua y resistencia a las altas temperaturas. Particularmente, los considero una especie muy curiosa, con formas muy cuidadas, que parecen mandalas en miniaturas (algunos casos), y sobre todo eternos desconocidos.... Una de las virtudes que son dignas de destacar, es su efecto de anti-radiación, colocándolos cercano a televisores, ordenadores, etc.
Este ejemplar ha sido testigo de muchas vivencias, su ubicación en la linde con el vecino y rodeado de lentiscos, le ha facilitado ver como cada semana, hacían pan en el horno de piedras que estaba justo al lado.
Otro verano más, que nos regalará sus enorme y preciosas flores, y estará acompañado de las calores propias de esta estación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario