La caída de la tarde, es uno de los momentos más hermosos del día. Resulta muy difícil y complicado poder captar ese momento a través del objetivo de la cámara, un "juego de colores" que se dibuja en el inmenso cielo. El sol, despide otro día que ha estado colmado de tareas en la huerta, buenos ratos con nuestros animales y un cansancio que resulta "agradable y reconfortante".
Es el momento de preparar la entrada de la noche, recoger a las gallinas y a los pollos, reponer los bebederos, darle de comer a los perros, llenar el depósito del agua para el consumo de la casa, regar las macetitas y dar una última vueltecita a la huerta.
Los sonidos que te envuelven, son peculiares y características de la noche, grillos, ranas y algún mosquito que con sus vuelos van en busca de alguna presa. El olor de la tierra es diferente, la calor del día pasado y la frescura que acontece, desprende un aroma a "limpio".
Si miramos al cielo, los vuelos de los pájaros te indican que están buscando un refugio para pasar la noche tranquilamente. Al contrario que nuestros vecinos los mochuelos, que es entonces cuando despiertan.
Los atardeceres son momentos de "parar", y hacer un balance del día, y sobre todo de alegrarte enormemente de vivir en el campo.
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