NOVIEMBRE LLUVIOSO.- Las aguas caídas en este otoño ya triplican las del mismo periodo del año pasado. Nada más que en este mes hemos recogido 234 litros. Y esta noche se prevé bastante pasada por agua. Esperemos que el temporal no cause ningún destrozo. Si es así, bienvenidos los charquitos.
jueves, 27 de noviembre de 2014
HORNO INAUGURADO
HORNO INAUGURADO.- El pasado sábado pusimos en marcha a nuestro horno, acompañados, de familiares y amigos, y bajo la batuta de Juana y Pepi, nuestras queridísimas maestras panaderas. Hacer pan, puede ser relativamente sencillo, pero cuando ves la soltura y el dominio en el manejo de la masa, de unas manos expertas, hay que reconocer que, para llegar a eso, hace falta hacer muchas teleras. Si el primer día hicimos rosquetes y pan blanco, hoy nos hemos atrevido con pan de harina de espelta, y el resultado ha sido todo un éxito. Prueba de ello, es que el primer kilo, ha durado 5 minutos.
miércoles, 5 de noviembre de 2014
CONTRASTES
CONTRASTES.- Tras los días que hemos tenido de viento de levante, altas temperaturas para estas fechas y el agua que no caía desde hacía 3 semanas, el campo ha amanecido con un aspecto completamente distinto. Hoy son necesarias las botas de agua y el chubasquero, y ayer estuvimos en manga corta recogiendo verduras en el huerto para preparar unas cuantas cajas. De momento han caído 16 litros, que van a hacer que los prados reverdezcan y las hortalizas peguen un estirón. Este otoño está siendo muy productivo, y si tienen dudas, pregúntenselo al carrillo.
sábado, 1 de noviembre de 2014
UN SUEÑO A FUEGO LENTO.- Desde que era pequeño siempre me habían parecido los hornos de leña del campo de Conil una construcción con una personalidad tremenda. Llenos de sabiduría, tanto a la hora de fabricarlos como llegado el momento de ponerlos en funcionamiento. Recuerdo esas manos curtidas, amasando pan y rosquetes, trabajando con una precisión de relojeros suizos, pues años tras años conseguían trasladarme las mismas sensaciones. De momento, el cuerpo del horno se ha integrado perfectamente en el entorno, levantado por las manos jóvenes pero con mucho saber, aprendido y heredado, de nuestro amigo Yiyi. Y al que sólo le faltará el alma, y nadie mejor que Juana, la misma que de chico, me daba el pan recién hecho para que lo probara
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