Nuestra huerta esta llena de flores, no solo de margaritas, amapolas, sino también aquellas que son propias de las hortalizas y verduras que tenemos sembradas. Tal es el caso de las que hoy os mostramos. En la parte superior, tenemos la de las calabazas (amarillas) y las de las berenjenas (rosas). Las calabazas en su aventura terrestre están cubriendo gran parte del suelo, con sus enormes hojas, a veces da la sensación de que en ellas viven duendecillos, para Pepe es toda una atracción.
Las berenjenas están con una vitalidad impresionante, ya hemos comido alguna de ellas y están super dulces y con un brillo que llama la atención. Estas flores (parte superior), daran como resultado magníficos frutos, 150% ecológicos.
Por otro lado, en la parte inferior en el lado izquierdo, están las de zanahoria, destinadas a la producción de semillas. Una verdura con multitud de propiedades, diurética, antiséptica, rica en fósforo y buenísima para la vista.
A su lado, esta un conjunto de flores (inflorescencia), que conforma lo que conocemos como la coliflor, una flor que se come, una de las muchas curiosidades que encierra este mundillo.
Todas estas peculiaridades, ha sido "fruto" de años y años de adaptación al medio por parte de estas plantitas.