Aquí tenéis el surtido de verduras y hortalizas, que vamos a tener en nuestra huerta de verano. Todas ellas, cultivadas bajo el método de producción ecológica. Para ello, no utilizamos ningún producto químico, bien sea para combatir o prevenir de algunas de las plagas o simplemente enriquecer a nuestras plantitas. Las malas hierbas, las quitamos a golpe de "zoleta" (azada) o a mano. Los insectos aliados, tales como las mariquitas, que se comen a los pulgones, les hacemos hasta una "reverencia". Hacemos rotación de cultivos es decir, dejamos zonas que descansen y se pueda recuperar la tierra, intercalando distintos tipos de cultivos, donde había antes tomates, ahora ponemos judías, por ejemplo. En la fase de preparación, solemos abonar con estiércol natural ( de vaca normalmente), ya que la tierra es muy arcillosa y ayuda a que sea algo más porosa. Las leguminosas también nos ayuda en el aporte de nitratos al suelo. Las lombrices son nuestras amigas subterráneas, facilitándonos el abonado del suelo y su drenaje.
Solemos introducir entre los cultivos, plantas como la albahaca, que combate algunas de las plagas que podemos encontrarnos. Como dato importante, es el mantener un seto vivo, en este caso es de lentisco, para que nuestros insectos aliados, tengan donde descansar, refugiarse y procrear. El uso del agua, también es importante, tenemos sistema de riego por goteo para el ahorro y la buena dosificación. Lo que si es verdad, es que cada día descubrimos cosas nuevas y la experiencia es sumamente importante en estos casos.
Como resultado de todo este esfuerzo, aunque a veces el tamaño de los frutos sean más pequeño o menos vistoso, es que terminamos saboreando un tomate que sabe a tomate y eso lo compensa todo.
Ahora lo que nos queda es terminar de hacernos con todas las variedades de semillas autóctonas y seremos 200% ecológicos.
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