Estos últimos días con la llegada repentina de la calor, nos ha obligado (con carácter urgente) a preparar el sombrajito de la entrada de casa. Las altas temperaturas (llegando a alcanzar los 40º grados), provocaba que el ventanal principal, se "recalentara" y que en nuestro salón, se notase un calorcito considerable. Pues bien, aprovechando los recursos de la zona y que en el arroyo cercano a casa, hay un cañaveral, nos pusimos "manos a la obra".
Nuestro vecino nos contaba, que antiguamente las cañas la utilizaban para un sin fin de cosas, para hacer las estructuras de los techos de las chozas, de soporte para los tendederos, escaleras, para coger los higos chumbos, de paredes divisoras dentro de las propias chozas , utilizando sacos de arpilleras amarrados a las cañas y luego los pintaban con cal, en definitiva arquitectura sostenible. Tenían muchísimas utilidades, dada su flexibilidad, resistencia, impermeabilidad y fácil manejo.
El montaje del sombrajo, resultó ser un trabajo muy duro, desde la recolección y transporte de las cañas, la selección y corte a medida de las mismas y sobre todo, el montaje final y amarre. Las hojas la utilizamos al final, para terminar de cubrir los huecos que quedaban.
Como veis el resultado ha sido un sombrajito muy acogedor, funcional y sobre todo muy integrado en el entorno.
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