lunes, 25 de noviembre de 2013


ASENTÁNDONOS.- Estamos de vuelta, con muchas ganas de continuar compartiendo con todos vosotros, nuestras aventuras cotidianas. Tras un verano muy ajetreado, con muchas faenas en la huerta, reparando y acondicionando la casa para el invierno, cuidando de los nuevos animales que nacieron durante la primavera, parece que vamos recobrando poco a poco, un ritmo más pausado, o al menos que nos permita, poder estar por aquí.
En medio de todas las faenas que hemos tenido, ha habido un hueco para lo artesanal. Con los planos que nos pasaron nuestro amigo Pedro y su familia canadiense, más un montón de maderas, mucho empeño, voluntad, y sobre todo unas manos pacientes, surgió un precioso sillón para nuestro sombrajo. Y lo que en un primer momento parecía que iba a ser solamente, un mueble más de la casa, resultó que todas aquellas personas que lo veían, quedaban prendados por él, y deseaban uno para su jardín.
Aquí tenéis el resultado, de muchas horas de trabajo, de paciencia y esmero.
Si deseais más información, sobre medidas, precio, etc, estaremos encantados de atenderos.

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